Después de unos 19 años de vida puedo afirmar que mi mayor miedo, más allá de la oscuridad y las abejas, es al fracaso, que no puede acabarse prendiendo la luz, o simplemente corriendo. Fracasar, sin ir mas lejos, ver como todos tus sueños se esfuman en el aire. Y entonces nace el miedo a la muerte, miedo a morir en blanco, sin una larga lista de objetivos cumplidos. ¿Qué miedo puede tenerle a la muerte una persona que cumplió todos sus objetivos y sueños en la vida? Quizás sea momento de morir cuando uno no tiene que más hacer en este mundo.
Admito que también me atemoriza el tiempo, solo pasa y no espera. Y siento que todo va mas rápido, que algunos sueños ya quedaron atrás, y que realmente no quiero dejar mas en el camino.
Necesito una señal de STOP, parar y pensar, y entender que ahora es tiempo, que las cosas que quiero no van a caer por arte de magia entre mis brazos. Las cosas son cada vez más confusas y mientras más creces la gente pasa más rápido cerca tuyo sin tener un momento para frenar y mirarse a los ojos. También me aterra la idea de saber que este en el mundo donde voy a tener que vivir, crecer y… morir.
Un mundo de números, 60 mil millones de números, sin sentimientos. Ni corazón. No quiero ser una tuerca más de este sistema, una que haga funcionar mejor a la gran bestia. Porque ese sería el mayor signo de que habré fracasado.

Una vez más, en mi análisis de la vida, concluyo en lo mismo: no estoy lista para este mundo.